Pandemia y Sinhogarismo

Los estudios sobre el fenómeno del sinhogarismo no son abundantes en nuestro país. Además, muchos de ellos se refieren a realidades parciales, aspectos específicos o tienen un carácter excesivamente local.

El 14 de marzo de 2020 se publicó el decreto que declaraba el estado de alarma en España para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19. El primer escenario fue el confinamiento de la población y la paralización de cualquier actividad de carácter no esencial. Desde entonces, la vida se desarrolla en un contexto de pandemia que ha tenido efectos de carácter sanitario, demográfico, económico y social en toda la población, pero que ha afectado de manera especialmente dura a la población en situación de sinhogarismo (en adelante, PsSH). En todas sus fases – desde el “Quédate en casa” hasta el momento actual – las dificultades asociadas a las condiciones de vida de las PsSH han convertido para ellas en un imposible el adecuado cumplimiento de las medidas de higiene, seguridad y distanciamiento, al tiempo que el deterioro de sus condiciones de vida se ha incrementado de manera notable. Para analizar en detalle las dimensiones de la exclusión y el impacto de la pandemia en el caso de las PsSH se puso en marcha el estudio “Exclusión social y COVID-19: el impacto de la pandemia en la salud, el bienestar y las condiciones de vida de las personas sin hogar”. Esta investigación fue diseñada y desarrollada por el Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de la Universidad Complutense de Madrid (IUDC-UCM) en colaboración con la Red Faciam. El investigador principal fue Esteban Sánchez Moreno, director del IUDC-UCM, y el equipo estuvo conformado por Iria-Noa de la Fuente Roldán (adscrita al IUDC-UCM y profesora de la Facultad de Trabajo Social), Raquel Martínez y Ariane Lozano (trabajadoras sociales). Su objetivo consistió en analizar la salud y las condiciones de vida de las PsSH en España y en el impacto de la pandemia en su bienestar. Para ello, se identificaron siete dimensiones clave de las condiciones de vida, se definieron seis características o variables fundamentales y se establecieron tres momentos especialmente relevantes en el desarrollo de la pandemia:

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